Factores determinantes y desafíos de la salud pública

La salud como concepto ha sufrido diversos cambios que le han permitido evolucionar y desarrollar un enfoque mucho más integral, incluyendo factores específicos que determinan el estado de salud de individuos y/o grupos poblacionales.

Antes de adentrarnos en el tema central de este artículo, es importante recordar un par de concepciones que se le han otorgado a la salud, pues son el punto de partida para entender por qué en la actualidad se tienen en cuenta los determinantes sociales, de salud, políticos y económicos de las personas y las comunidades cuando se habla de salud pública.

En 1948, la Organización Mundial de la Salud OMS le dio a la salud un concepto más allá de la ausencia de padecimientos o enfermedades, la definió como un completo estado de bienestar mental, físico y social; y en 1977, la Asamblea Mundial de la Salud, a través de su estrategia “Salud para todos en el año 2000”, dispuso como prioridad que las personas tuviesen un nivel y estado de salud suficiente, con el objetivo de poder trabajar productivamente y participar de manera activa en la vida social y comunitaria del contexto en el que se desenvuelven.

Estas interpretaciones permitieron ampliar el panorama sobre la salud pública y cómo en ella influyen aspectos subjetivos, como el bienestar físico, mental y social; objetivos, como las capacidades de funcionamiento; y características sociales, como la adaptación y el trabajo socialmente productivo.

A lo largo de este artículo nos enfocaremos en profundizar en todos aquellos factores determinantes de la salud de la población, así que, si deseas conocer más sobre la salud pública y los problemas y desafíos que debe enfrentar, te invitamos a continuar leyendo este contenido.

Determinantes de la salud

El término determinantes de la salud se comenzó a escuchar en 1974 con el estudio “New perspectives on the health of Canadians”, presentado por el ex ministro de Salud de Canadá, el abogado Marc Lalonde. En el informe se analizaron y estudiaron las grandes causas de muerte y enfermedad en la población canadiense, identificando aspectos relacionados con el contexto social, económico y político en el que se desarrollaban los individuos y las comunidades.

Los determinantes de la salud son definidos como el conglomerado de factores personales, económicos, sociales y ambientales que inciden en el estado de la salud de individuos, comunidades y poblaciones. Los determinantes de la salud se clasifican en dos amplias categorías:

Determinantes socioeconómicos y políticos:

• Estructurales y sociales: hacen referencia a los atributos que establecen la posición socioeconómica de los individuos de una población. Los determinantes estructurales y sociales van a definir la salud de un grupo social de acuerdo a su ubicación jerárquica de poder, prestigio y acceso a recursos.
• Intermedios y personales: estos determinantes se pueden identificar según la estratificación social de los individuos y van a ser decisivos frente a la exposición y vulnerabilidad preexistente a condiciones que puedan ser perjudiciales o amenazantes para la salud. Entre los determinantes intermedios y personales encontramos las siguientes categorías:
• Condiciones materiales: comprende aspectos relacionados con la calidad de la vivienda y la comunidad donde reside un individuo. También tiene en cuenta las posibilidades de consumo, es decir, las capacidades financieras para suplir necesidades de alimentación saludable, vestimenta, servicios básicos, etc.; y el ambiente físico del trabajo.
• Condiciones psicosociales: hace referencia a las circunstancias de vida, las relaciones de estrés y los factores psicosociales de tensión, redes de apoyo y ámbito digital.
• Factores biológicos y de conducta: tiene relación con los condicionantes genéticos, pero también con aspectos de nutrición, actividad física y consumo de drogas, alcohol y tabaco.
• Sistema de salud: se relaciona con la exposición y vulnerabilidad a características amenazantes o de riesgo y el acceso a servicios y programas de salud para el tratamiento de padecimientos presentados a lo largo de la vida de las personas.

Determinantes del sector salud:

En el informe “New perspectives on the health of Canadians”, Marc Lalonde estableció cuatro grandes determinantes de la salud que inciden directamente en la salud de individuos y comunidades:

• Medio ambiente: aborda factores ambientales, físicos, biológicos, de contaminación atmosférica y química en suelos, agua y aire. También comprende aspectos socioculturales y psicosociales.
• Estilos de vida: se enfoca en los hábitos individuales personales y grupales relacionados con la alimentación, la actividad física, adicciones, conductas peligrosas y la utilización de servicios de salud, entre otros.
• Biología humana: tiene relación directa con los factores y características genéticas y la edad de las personas.
• Atención sanitaria: hace referencia a la calidad, accesibilidad y recursos de financiamiento de los servicios de salud dirigidos a personas, comunidades y poblaciones.

Problemas de salud pública

En la actualidad, la sociedad moderna tiene la responsabilidad de enfrentarse a nuevos retos en el campo de la salud, dichos retos abordan desde contextos permeados por pandemias como el COVID19 o brotes de padecimientos prevenibles como el sarampión, hasta los impactos del cambio climático, las contaminaciones y crisis humanitarias en la salud.

Es a partir de este panorama que se evidencia la importancia de la salud pública como mecanismo para enfrentar los problemas que amenazan la vida de las poblaciones. A continuación, recopilamos cinco problemas de salud pública que ponen a prueba a los gobiernos del mundo en la gestión y administración de los servicios de salud:

1. Enfermedades no transmisibles: la diabetes, el cáncer y los padecimientos cardiacos hacen parte de este grupo de enfermedades, las cuales representan las causas de más del 70% de las muertes por año en el mundo. En la actualidad, los diagnósticos relacionados con estos padecimientos han aumentado, dicho incremento estaría relacionado con cinco factores de riesgo que hoy se buscan combatir y reducir: la contaminación ambiental, la inactividad física, el tabaquismo, el consumo en exceso de alcohol y las dietas poco saludables.
   
   Estos hábitos, además de aumentar el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como las mencionadas anteriormente, también propician el desarrollo de problemas de salud mental, mismas que desencadenan en el suicidio, segunda causa de muerte en jóvenes entre los 15 y 19 años.

2. Pandemia global de influenza: las experiencias vividas con el COVID19 dejan sobre la mesa un panorama lleno de retos y responsabilidades frente a posibles futuras pandemias, la propagación del coronavirus que afectó al mundo en el 2020 dejó abierta la posibilidad de que se pueda enfrentar una nueva pandemia de influenza. Frente a este escenario, la OMS y las entidades sanitarias del mundo están en la tarea constante de vigilar y supervisar la circulación de virus de influenza, con el objetivo de detectar a tiempo cualquier indicio de posibles cepas pandémicas.
   
   
3. Resistencia antimicrobiana: en la actualidad, los virus, bacterias, parásitos y hongos han evolucionado y se han vuelto resistentes a medicamentos como los antibióticos, antivirales y antimaláricos, los cuales hasta hoy han evitado que infecciones como la tuberculosis, neumonía o salmonelosis se conviertan en una amenaza para la salud pública.
   
   La resistencia antimicrobiana a los medicamentos se ha venido incrementando debido al uso excesivo de estos en las personas, en el medio ambiente y en los animales que tienen como destino la producción de alimentos. La OMS busca contrarrestar este panorama de la mano de las empresas relacionadas con estos sectores, a través de la generación de conocimiento y consciencia frente al consumo controlado y prudente de los antimicrobianos.
   
   
4. Débil atención primaria en salud: el acceso a la atención primaria en salud es uno de los derechos fundamentales del ser humano, sin embargo, en la actualidad, no todos los países logran brindar a sus ciudadanos instalaciones y servicios de salud adecuados para garantizar el primer nivel de atención médica.
   
   La atención primaria de salud es considerada como el primer punto de contacto de las personas con el sistema médico y la mayor necesidad a lo largo de sus vidas, por eso, se hace indispensable que los gobiernos del mundo garanticen cobertura, atención integral y asequibilidad.
   
   
5. Entornos frágiles y vulnerables: este tipo de entornos están presentes en todo el mundo y representan grandes retos para los objetivos de desarrollo de las sociedades. Hoy en día, más del 22% de la población mundial vive en una realidad nacional e internacional mediada por crisis de largo tiempo como sequías, hambre, guerras y desplazamientos forzados, los cuales ponen en riesgo el acceso a servicios de salud y atención médica básica.

Desafíos de la salud pública en el mundo

A principios del 2020, la Organización Mundial de la Salud OMS publicó una lista de 13 desafíos que considera podrían prevenir y eliminar amenazas y situaciones de riesgo para la salud pública mundial en los próximos 10 años. Conoce los cinco desafíos de la salud pública que consideramos de mayor urgencia en la actualidad:

1. La salud como parte del climático: la crisis climática hoy es catalogada como un determinante importante de la salud, en la actualidad, la contaminación ambiental es responsable de cerca de 7 millones de muertes cada año y el cambio climático, por su parte, se ha convertido en un vehículo para la propagación de enfermedades infecciosas, debido a los desastres naturales extremos que propician escenarios de desnutrición y aumenta la precariedad en la calidad de vida.
   
   El gran desafío para los gobiernos y organismos de salud del mundo es lograr trabajar en conjunto por la mejoría de la calidad del medio ambiente y la mitigación de las consecuencias del cambio climático en la salud pública.
   
   
2. La salud en lugares de conflicto y crisis: garantizar el acceso a la atención médica en zonas de conflicto suele ser una tarea que implica retos y riesgos para las instituciones de salud y cuerpos médicos, pues frecuentemente de convierten en objetivo de ataques en medio de situaciones de guerra y enfrentamientos, lo que deja sin atención a cientos de personas, provocando brotes de enfermedades que requieren niveles altos de respuesta. Estos contextos también han obligado a las poblaciones a desplazarse forzosamente de sus ciudades de residencia, lo que ha propiciado que millones de personas dejen de contar con acceso a servicios de salud por largos periodos de tiempo.
   
   El reto que esta situación representa obliga a las entidades sanitarias y los gobiernos a fortalecer sus políticas tanto de salud, como de resolución de conflictos prolongados, así como a mejorar los sistemas de salud y la preparación del personal médico, con el objetivo de ampliar el financiamiento, cobertura y atención de contingencias a largo plazo.
   
   
3. Acceso a medicamentos: en la actualidad, cerca de un tercio de la población mundial no tiene la posibilidad de acceder a medicamentos, vacunas, herramientas de diagnóstico y demás productos esenciales para garantizar la salud. Esta difícil realidad pone en peligro a los pacientes, quienes en busca de alternativas no se atienden o se automedican, propiciando, por ejemplo, la resistencia antimicrobiana.
   
   Enfrentar este panorama implica que los gobiernos y las organizaciones de salud internacional centren su atención en temas específicos como la lucha contra el contrabando y falsificación de medicamentos y el fortalecimiento de la capacidad de los países de bajos ingresos para garantizar el acceso a diagnósticos, tratamientos y productos de calidad en toda la cadena de suministro.

4. Protección de los adolescentes: la población adolescente es una de las que más protección y cuidado requiere, pues en la actualidad más de un millón de jóvenes entre los 10 y 19 años fallecen cada año por causas relacionadas con el suicidio, el VIH, la falta de actividad física, las infecciones respiratorias, el abuso de alcohol, drogas y tabaco, así como el maltrato y la violencia sexual.
   
   Esto representa un gran reto para las sociedades, los profesionales y entidades de la salud y la educación, quienes deben enfocar sus esfuerzos en promover la salud mental, la educación sexual y prevenir el consumo de drogas, las autolesiones y la violencia interpersonal.

5. Uso positivo de nuevas tecnologías: para nadie es un secreto el gran impacto de las nuevas tecnologías en la actualidad, en el campo de la salud no es excepción, hoy en día son un gran apoyo en la prevención, diagnóstico y tratamiento de diferentes padecimientos, sin embargo, el gran desafío de este aporte tecnológico está en cuidar su uso e implementación desde parámetros éticos y sociales que impidan dañar a las personas.
   
   El estudio y edición del genoma humano, la biología sintética, las tecnologías de salud digital y la inteligencia artificial pueden ser la vía para resolver diversos problemas, pero también para ocasionarlos. En este sentido, el reto aborda el planteamiento de estrategias que permitan monitorear y regular el uso de estas tecnologías, al mismo tiempo que se desarrollan soluciones clínicas y de salud pública.

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La salud pública, como vimos, representa una de las mayores necesidades de las personas y es uno de los derechos fundamentales en la vida de cualquier ser humano, de ahí que la gestión y administración de los servicios de salud sea un tema de vital importancia en la actualidad de la salud pública a nivel mundial.

Hoy en día, entendiendo los determinantes de la salud, sus problemas y desafíos se hace más que necesario que los profesionales médicos se especialicen y dominen temas relacionados con la administración en salud, por eso, si estás interesado en convertirte en un experto de la gestión y la administración de los servicios de salud, te queremos contar que en Continental University of Florida tenemos una opción ideal para ti.

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